Gestión de la sensibilidad emocional en adultos con altas capacidades. Consejos prácticos
Por Lic. Gretel Hernández
Sofía es una estudiante de medicina de 23 años, recientemente ha sido identificada como superdotada y acude a la consulta con una gran cantidad de interrogantes, en medio de un período de cuestionamientos existenciales.
“Uno de los rasgos con el que me siento menos cómoda es mi gran sensibilidad. Puedo pasar de la desesperación al deleite en un breve lapso de tiempo. Puedo captar el cambio más mínimo en el tono emocional de las situaciones. En ocasiones, me he sentido herida por una determinada mirada o gesto porque podía percibir la intención detrás de ellos. Cuando una persona está sufriendo, no solo puedo ponerme en su lugar, sino que también puedo sentir el dolor que está experimentando. Una vez concurrí al cine a ver una película autobiográfica y tuve que salir a mitad de la función porque no pude soportar la congoja que me produjo el calvario soportado por el personaje principal. Tengo que apagar la tv cuando están pasando imágenes perturbadoras, no las soporto. Siento una gran conexión con la naturaleza y los seres vivos. Sería incapaz de pisar un insecto.
Muchas veces mi memoria emotiva me juega en contra. Cuando estaba en primer grado, la maestra nos había dado como tarea dibujar animales de la granja. Recuerdo tener la imagen de una hermosa vaca en mi mente, pero mi manito no podía plasmar mi proyecto en el papel. Mi mamá, que era muy exigente, se acercó y al verme derramar lágrimas debido a la frustración, me dijo que dejara de perder el tiempo llorisqueando, que con esa mentalidad me costaría lograr algo en la vida. Cada vez que rememoro ese momento, no solo tengo presente cada detalle del diálogo, sino que siento el mismo nivel de angustia y se me cierra la garganta.
También me dificulta la relación con mis amigos. Me han puesto de apodo “la reina del drama”, dicen que todo lo exagero, que me calme, que me tranquilice, que cualquier insignificancia para mí es el fin del mundo, que soy la defensora de las causas pérdidas, que no voy a sobrevivir en el mundo real, que tengo que hacerme dura y formar callos o me voy a quedar en el camino. Esto me ha llevado a intentar reprimir mis emociones, pero soy como una esponja que se va llenando de a poco, hasta que llega un momento en que me desbordo y soy como un volcán en erupción, lo que muchas veces sucede cuando llego a casa y estoy con mi familia.
Estoy atiborrada de preguntas: ¿Seré yo realmente el problema? ¿Soy demasiado dramática y exagerada? ¿Por qué no me toman en serio? ¿Mi sensibilidad me hace débil y vulnerable? ¿Encontraré una pareja que me entienda? ¿Esta sensibilidad será un obstáculo para que pueda desarrollarme profesionalmente y tener éxito? ¿Estaré atravesando un estado depresivo? ¿Y si soy bipolar? ¿Abrumaré a los que me rodean? ¿Algún día podré gestionar mis emociones?”
Luego de una anamnesis cuidadosa y la confección de la correspondiente historia clínica, se descartó que Sofía padeciera un trastorno del estado de ánimo o un trastorno de ansiedad generalizada concomitante (recordemos que la superdotación y un trastorno del estado de ánimo, o algún otro, pueden ocurrir simultáneamente – diagnósticos duales -). Sus rasgos se podrían explicar a partir del conocimiento de la superdotación.
¿Qué líneas de acción podría tener presente el terapeuta? ¿Qué estrategias de afrontamiento podría sugerirle a Sofía? ¿Qué intervenciones resultarían efectivas en la gestión de su intensidad emocional?
1 – El autoconocimiento
Es imperioso normalizar el rasgo de la sensibilidad elevada de Sofía en el contexto de su superdotación, ya que la crítica constante de los demás puede afectar su autoestima, provocándole inseguridad y necesidad de validación externa. En su libro The Gifted Adult, Mary-Elaine Jacobsen señala: “En general, los expertos identifican nuestra mayor conciencia sensorial y percepción… Cada parte de nuestro sistema sensorial se magnifica, por lo que operamos alrededor y a través de todas las sensaciones del momento. Reaccionamos más a las cosas porque las sentimos más y respondemos a las complejidades, los patrones, el tono y el color de las situaciones…” Los superdotados “…pensamos con nuestros sentimientos y sentimos a través de nuestros pensamientos. Nuestra mente intuitiva y sensible, y nuestra mente lógica, trabajan en concierto”.
Para aquellos que no tienen sensibilidades elevadas o no entienden lo que las subyace, ya sean maestros, familiares, amigos, compañeros de trabajo, empleadores, etc., frecuentemente la intensidad se ve como un comportamiento problemático, muy reactivo e inadecuado, que se necesita atenuar. «Cálmate», «Eres tan dramática», «Contrólate» y «¿Cuál es tu problema?», son frases que los niños y adultos sobreexcitables escuchan comúnmente. Desprecio, disgusto, rechazo, ira y castigo, son reacciones comunes que experimentan. En algunos casos, la intensidad se confunde con indicadores de patología, “defectos” que se necesitan arreglar (Daniels y Piechowski, 2009).
Es importante que Sofía comprenda que, a pesar de que la sociedad en general nos pida que reprimamos nuestra conciencia y energía emocional, canalizadas apropiadamente, pueden ser sumamente útiles como forma de expresión artística, por ejemplo (artes visuales, música) y constituyen el motor del entusiasmo, la dedicación, el cuidado y la devoción. Recordemos que la intensidad del estado de ánimo está estrechamente relacionada con la motivación.
2 – Salidas expresivas: registro diario
Escribir un diario, dibujar o pintar pueden ser buenas salidas expresivas para la sensibilidad emocional. Esta vez vamos a detenernos en la escritura de un diario: la consigna para Sofía sería: “Intenta escribir todo lo que sientas en un momento determinado y luego, explora retrocediendo, qué podría haber desencadenado ese sentimiento. Por ejemplo, ¿Te sientes ansiosa?, ¿qué sucedió durante el día que pueda haber desencadenado eso? Podrías notar que incluso los acontecimientos más insignificantes pueden desencadenar respuestas emocionales intensas en ti. Una vez que lo hayas hecho, observa lo que has escrito. ¿Puedes detectar ciertos patrones?, ¿algunas emociones que subyacen a esas respuestas?” Por ejemplo, generalmente la ansiedad se produce a causa del miedo, la tristeza por una pérdida, la ira por sentirte atacado, etc. Es posible que, al principio, Sofía no pueda dejar de sentir como siente, pero puede llegar a encontrar mejores formas de reaccionar a esos sentimientos, en sincronía con su bienestar y óptimas para ella misma y su entorno.
3 – Establecer límites saludables
Ser solidarios y generosos con los demás es recomendable y nos proporciona muchos beneficios, pero también es importante priorizarnos, para no comprometer nuestra salud por complacer siempre a otros poniéndolos por encima de nuestros deseos. Sofía necesita comprender que “seas quién seas y hagas lo que hagas, no le vas a gustar a todo el mundo.” Una vez que reflexionamos sobre ello e instalamos esta creencia en nuestra mente, uno se sentirá más aliviado y restará importancia a lo que digan los demás.
Para poder decir NO, Sofía podrá necesitar visualizarse en diferentes situaciones, sobre todo en aquellas en las que uno sabe de antemano que va a costar decir no. “Si sabes que te van a pedir algo, pregúntate, por ejemplo ¿qué dirás?, ¿qué vas a argumentar?” Es un entrenamiento, te irás sintiendo más relajada una vez que hayas ejercitado qué puede suceder. No obstante, considera que no siempre las circunstancias ocurrirán como te imagines”.
No es necesario justificarse al decir no. “Explica lo justo y necesario, sé firme y cortés. Un simple «sinceramente no me apetece/no me agrada » es más que suficiente”.
4 – Practicar el ocio reparador
Son muchas las personas que rechazan la idea de no estar ocupadas en algo. Incluso pueden llegar a sentirse inquietas o aburridas si no hacen algo que sea considerado útil. El hecho de no hacer nada o de disponer de tiempo para dedicárselo a actividades que no son útiles en términos productivo-económicos, es necesario para mantener el equilibrio físico y emocional. Algunos tipos de ocio son más enriquecedores que otros.
Se incluyen en este apartado aquellas actividades tales como los diferentes tipos de ejercicio físico (los deportes, las caminatas), actividades dedicadas específicamente a disfrutar de la compañía de otra/s persona/s afín/es en intereses, gustos, curiosidad… o aquellas actividades que nos permitan adoptar un mejor estado de ánimo (ver películas cómicas, asistir a un espectáculo divertido, bailar). Todas ellas se convierten en la pausa que nuestro cuerpo y nuestra mente necesitan para poder funcionar plenamente.
Kathleen Casper en su artículo “Un verdadero par” (lectura que recomendaríamos a Sofía para luego conversar al respecto) refiere cómo los adultos superdotados se enfrentan a muchos desafíos en la búsqueda de la conexión profunda con un «verdadero par adulto», incluyendo la escasez, los riesgos de transparencia emocional y el equilibrio de la nueva conexión profunda potencial -sin explorar- con otras circunstancias vitales personales. La autora menciona que los investigadores sostienen que la capacidad de desarrollar amistades sólidas y duraderas adviene en el individuo superdotado cuando “él mismo ha experimentado la paz feliz de ser comprendido y aceptado por los espíritus afines…”
A continuación te dejamos la entrada al artículo de Casper, por si deseas interiorizarte al respecto:
La traducción al español la encuentras en
5 – Práctica de la relajación
Para muchas personas superdotadas como Sofía, las emociones extremas se manifiestan como un conjunto de reacciones fisiológicas al estrés: dolores de estómago, dolores de cabeza, palpitaciones y comportamientos similares a la ansiedad, son comunes en la intensidad emocional, de allí que, a veces, los aspectos físicos de la intensidad emocional se malinterpretan como un trastorno de ansiedad o ataque de pánico. Aunque los síntomas externos son similares, los orígenes internos tienen menos que ver con un problema de salud mental y más con los aspectos comunes de lo que significa ser superdotado. Cuando estos síntomas son diagnosticados erróneamente, a menudo hay respuestas de tratamiento médico que también pueden ser inapropiadas, resultando en estados más adversos (Webb, 2007).
Sofía necesita aprender estrategias de afrontamiento como una forma de manejar el comportamiento. Cuantas más estrategias para relajarse pueda aprender, más aprenderá a fluir con su intensidad, en lugar de luchar contra ella y aumentar la respuesta negativa. Con este fin recomendaríamos la práctica de dos actividades que permiten inducir estados de relajación: la respiración abdominal o diafragmática y la relajación progresiva de Jacobson.
5.1 La respiración diafragmática
- Inspira profundamente por nariz (puedes contar mentalmente hasta 4 si te ayuda)
- Mantén la respiración (puedes contar mentalmente hasta 4)
- Suelta el aire por la boca
- Repite el proceso anterior
De lo que se trata es de hacer las distintas fases de la respiración de forma lenta y un poco más intensa de lo normal, pero sin llegar a tener que forzarla en ningún momento. Para comprobar que haces la respiración correctamente puedes poner una mano en el pecho y otra en el abdomen. Estarás haciendo correctamente la respiración cuando sólo se te mueva la mano del abdomen al respirar (algunos le llaman también respiración abdominal). Se necesita paciencia por las tensiones que pueden surgir en vísceras, se va haciendo espacio en el vientre paulatinamente y, sin pretenderlo, iremos encontrando más espacio para el aire… Te dejamos un video para familiarizarte un poco y empezar a practicarla:
5.2 La Relajación progresiva de Jacobson
La respuesta de estrés genera una serie de pensamientos y comportamientos que provocan tensión muscular en la persona. Esta tensión aumenta la percepción subjetiva de ansiedad. La relajación progresiva reduce esta tensión muscular y con esto la sensación de ansiedad. Esta técnica entonces consiste en aprender a tensar y relajar los diferentes grupos musculares del cuerpo. A continuación te dejamos un video con una sesión guiada a modo de ejemplo para practicarla…
6- Mindfulness
El Mindfulness o atención plena se ha descrito como la disposición a estar abierto a todo lo que se desarrolla y una curiosidad compasiva que está libre de juicio (Kabat-Zinn, 2003). Dos componentes fundamentales se identifican como los sellos distintivos: la capacidad de regular la atención y la orientación a la propia experiencia que es abierta, receptiva y curiosa. Este estilo de atención enfocada se asocia con disminución de la rumiación. Las intervenciones basadas en el Mindfulness (Mindfulness-based intervention, MBI) son programas psicoeducativos que se centran en enseñar prácticas de mindfulness a los participantes y apoyar el desarrollo de habilidades para mejorar la atención centrada en el presente y la conciencia (Bishop, 2004).
Ya dedicaremos un artículo completo para desarrollar estas prácticas desde el enfoque de la atención plena, que pueden ser especialmente adecuadas para personas superdotadas que presenten problemas de ansiedad, angustia, perfeccionismo insalubre, o aquellos derivados de un inadecuado afrontamiento del estrés.
Finalmente y para concluir este escrito: ninguna intervención o estrategia exclusiva puede abordar por sí sola los motivos de consulta de Sofía. Lo aquí planteado no pretende agotar los recursos existentes sino solo proporcionar algunas orientaciones para la acción.
Hay muchos perfiles individuales de adultos superdotados, la expresión de la superdotación dependerá de Ia interrelación singular y única en cada persona de factores asociados a la neurobiología, la inteligencia general, sus aptitudes y habilidades excepcionales, sus rasgos de personalidad, factores ambientales y culturales, e inclusive factores fortuitos. Sofía es un perfil posible de tantos.
Este artículo es meramente informativo y no reemplaza la consulta con el profesional facultado en diagnosticar y hacer tratamiento. Por favor, busca profesionales idóneos dentro de tu comunidad si te beneficiaras de una evaluación o asesoramiento.
Si buscas más recursos y herramientas para poder gestionar tu intensidad emocional, puedes adquirir la grabación del «TALLER ONLINE PARA ADULTOS: GESTIÓN DE LA INTENSIDAD EMOCIONAL», coordinado por la Lic. Gretel Hernández. Para más información: Adultos: Gestión de la Intensidad Emocional